sábado, 26 de diciembre de 2015

DEVARIM 33: Bendiciones para las Tribus

La bendición a los hijos ocupa un lugar muy importante en la vida de los israelitas.  Desde tiempos inmemorables, los padres bendicen a sus hijos cada día de reposo (heb. Shabat).  

Una de las bendiciones más importantes es la que el padre da a sus hijos antes de morir, la cual es parte vital de la herencia espiritual que deja a la siguiente generación.  El ejemplo más claro de esta última bendición es la que Jacob dio a sus hijos antes de morir…
(Génesis 49:1)  Entonces Jacob llamó a sus hijos, y dijo: Reuníos para que os haga saber lo que os ha de acontecer en los días venideros.

La bendición de Jacob no sólo iba dirigida a los hijos presentes sino también a sus descendientes.  Jacob recibió revelación de lo que acontecería en los “días venideros”, que en hebreo es: Ajarit HaYamim, lo cual significa literalmente: los últimos días.  [Para más detalles sobre esta bendición, pueden leer el siguiente estudio: Génesis 49:1-4 Bendición final de Jacob]

De forma similar, Moisés bendijo a las tribus de Israel antes de partir, y éste es el tema del capítulo 33 de Devarim.
(Deu. 33:1)  Esta es la bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese. 

MOISÉS BENDICE A ISRAEL
Esta última bendición de Moisés para las tribus está cargada de simbolismo, lo cual lo hace muy profundo y también difícil de comprender a simple vista.  Un estudio de estas bendiciones probablemente llenaría las páginas de un libro, pero en esta ocasión sólo nos concentraremos en algunos puntos sobresalientes.  El énfasis de las bendiciones está puesto en el rol que cada tribu jugará en la conquista de la Tierra Prometida.

Las primeras palabras de la bendición de Moisés están dirigidas al pueblo de Israel en general.  Lo primero a lo que hace referencia es la Torá, la palabra escrita, ya que ésta es parte vital de la herencia para Israel…
(Deu. 33:2)  Dijo: Jehová vino de Sinaí, y de Seir les esclareció; resplandeció desde el monte de Parán, y vino de entre diez millares de santos, con la ley de fuego a su mano derecha. 

Dios dio la Ley a Israel porque los ama…porque quiere que les vaya bien.
(Deu. 33:3-5)  Aun amó a su pueblo; todos los consagrados a él estaban en su mano; por tanto, ellos siguieron en tus pasos, recibiendo dirección de ti, cuando Moisés nos ordenó una ley, como heredad a la congregación de Jacob.  Y fue rey en Jesurún, cuando se congregaron los jefes del pueblo con las tribus de Israel. 

Moisés fue el líder de los israelitas durante cuarenta años, pero el Rey de Israel es Jehová.  Él estará con su pueblo para siempre, porque es su porción especial (Deu 32:9).  Como mencionamos en el capítulo anterior, “Jesurún” es el nombre poético de Israel.  La raíz de este nombre es: “Yashar”, que significa: rectitud.  Cuando Israel camina en rectitud, le irá bien.  Ése es el plan de Dios para Su Pueblo.

A continuación, leeremos las palabras de bendición que Moisés da a cada tribu:

a.  RUBEN
La bendición para Rubén es muy corta:
(Deu. 33:6)  Viva Rubén, y no muera; y no sean pocos sus varones. 

Rubén era el primogénito, pero le fue quitado el derecho de la primogenitura por el pecado cometido contra su padre (Gen. 49:4; ver estudio de la Bendición a Rubén: Génesis 49:1-4).

A pesar del serio pecado de Rubén, la tribu no fue desechada sino incorporada entre los Hijos de Israel.  Aún así, los rubenitas cometieron varias faltas en el desierto, y en lugar de crecer, la tribu disminuyó.  En el primer censo, la tribu de Rubén contaba con 46,500 familias (Num. 1:20-21); pero cuarenta años después, para el segundo censo, quedaron 43,630 familias (Num. 26:7). Aunque sean pocos, la tribu de Rubén no morirá.

La Tribu de Rubén, por petición propia, se quedará fuera del territorio de Canaán (en las planicies de Moab—Números cap. 32); sin embargo, serán contados entre los hijos de Israel.

b.  JUDÁ
La bendición para la tribu de Judá fue la siguiente:
(Deu. 33:7)  Y esta bendición profirió para Judá.  Dijo así: Oye, oh Jehová, la voz de Judá, y llévalo a su pueblo; sus manos le basten, y tú seas su ayuda contra sus enemigos. 

En el orden de marcha de las tribus en la Conquista, la tribu de Judá iba a la vanguardia.  Judá era la punta de lanza en la conquista de la Tierra Prometida.  Para ellos era importante saber que Dios los ayudaría en contra de sus enemigos.

Algunos comentaristas dicen que la frase “llévalo a su pueblo” es una petición para que venga el Mesías.  Y esta petición ya fue respondida porque Jesús es el Mesías, y Él viene de la tribu de Judá (Hebreos 7:14: Miqueas 5:2-3).

c. LEVI
Una de las bendiciones más amplias es la de Levi.  Esta fue la tribu elegida para servir a Dios en el Tabernáculo (y posteriormente en el Templo). 
(Deu. 33:8-11)  A Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso, a quien probaste en Masah, con quien contendiste en las aguas de Meriba, quien dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto; y no reconoció a sus hermanos, ni a sus hijos conoció; pues ellos guardaron tus palabras, y cumplieron tu pacto.  Ellos enseñarán tus juicios a Jacob, y tu ley a Israel; pondrán el incienso delante de ti, y el holocausto sobre tu altar.  Bendice, oh Jehová, lo que hicieren, y recibe con agrado la obra de sus manos; hiere los lomos de sus enemigos, y de los que lo aborrecieren, para que nunca se levanten. 

Los levitas no sólo van a servir a Dios en el Templo, sino que también servirán como maestros y jueces para todas las tribus de Israel.

La tribu de Levi no formó parte del ejército de conquista, pero eso no quiere decir que no hubieran participado.  Ellos daban ánimo al pueblo en la guerra (Deu. 20) y llevaban el arca delante del ejército (Num. 10:33-36).   

d. BENJAMIN
Benjamín era el hijo menor de Jacob, y como tal siempre estuvo cerca de su padre.  Su nombre significa: “hijo de mi mano derecha”.

La bendición de Moisés profetiza que la tribu de Benjamín permanecerá cerca de Dios. 
(Deu. 33:12)  A Benjamín dijo: El amado de Jehová habitará confiado cerca de él; lo cubrirá siempre, y entre sus hombros morará. 

No es casualidad que Jerusalén, la ciudad que Dios escogió, se encuentre en el territorio de Benjamín, en la frontera con el territorio de Judá (Josué 18:28; Jos. 15:63; Jueces 1:21). 

e.  JOSÉ (Manasés y Efraín):
Luego que Rubén perdiera la primogenitura, éste derecho le fue dado a José.
(1 Crónicas 5:1)  Los hijos de Rubén primogénito de Israel (porque él era el primogénito,  mas como violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José,  hijo de Israel,  y no fue contado por primogénito;

Como primogénito, José recibió doble heredad, lo cual se tradujo en el derecho a tener dos tribus representadas por sus dos hijos: Manasés y Efraín.

Por eso, en su bendición, Moisés se refiere a José como primogénito, y menciona a sus dos hijos, cuyas tribus son receptoras de esta bendición.
(Deu. 33:17)  Como el primogénito de su toro es su gloria, y sus astas como astas de búfalo; con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra; ellos son los diez millares de Efraín, y ellos son los millares de Manasés. 

Moisés profetizó que las tribus de Efraín y Manasés irían hasta los confines de la tierra, y se multiplicarían.  Esto se cumplicó cuando las diez tribus del norte fueron dispersadas por los asirios (ver estudio: Dos Casas: ¿Se Olvidó Dios de Efraín y Judá? )

Moisés también habla de mucha prosperidad para los hijos de José…
(Deu. 33:13-16)  A José dijo: Bendita de Jehová sea tu tierra, con lo mejor de los cielos, con el rocío, y con el abismo que está abajo.  Con los más escogidos frutos del sol, con el rico producto de la luna, con el fruto más fino de los montes antiguos, con la abundancia de los collados eternos, y con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud; y la gracia del que habitó en la zarza venga sobre la cabeza de José, y sobre la frente de aquel que es príncipe entre sus hermanos. 


f.  ZABULÓN e ISACAR
Además de los hijos de José, también otras dos tribus recibieron una profecía en forma conjunta: Zabulón e Isacar…
(Deu. 33:18)  A Zabulón dijo: Alégrate, Zabulón, cuando salieres; y tú, Isacar, en tus tiendas. 

Estas son dos tribus con propósitos casi opuestos: una sale fuera (Zabulón), mientras que la otra se queda en casa (Isacar).  Aunque parezcan opuestos, en realidad ambos se complementaron.  Históricamente la tribu de Zabulón se volvió muy próspera por su comercio; y aunque ellos se dedicaron a los negocios, ellos apreciaban el valor del estudio de la Torá, por lo que ellos financiaba a muchos de la tribu de Isacar para que pudieran dedicarse a estudiar la Torá.  La Biblia dice que gracias a esto, los Hijos de Isacar eran  “entendidos en los tiempos” y daban dirección a Israel…
(1 Crónicas 12:32)  De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.

Trabajando juntas, estas dos tribus resultaron ser una gran bendición para todo Israel.
(Deu. 33:19)  Llamarán a los pueblos a su monte; allí sacrificarán sacrificios de justicia, por lo cual chuparán la abundancia de los mares, y los tesoros escondidos de la arena. 

g. GAD
Gad fue una de las tribus que se quedaron al otro lado del río Jordán, junto a Rubén, en el territorio ya conquistado de antemano.  Sin embargo, las tribus de Gad y Rubén fueron llamadas a colaborar con las otras tribus en la conquista para ensanchar el territorio…
(Deu. 33:20-21)  A Gad dijo: Bendito el que hizo ensanchar a Gad; como león reposa, y arrebata brazo y testa.  Escoge lo mejor de la tierra para sí, porque allí le fue reservada la porción del legislador. Y vino en la delantera del pueblo; con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Jehová. 

h. DAN
El mensaje para Dan es corto:
(Deu. 33:22)  A Dan dijo: Dan es cachorro de león que salta desde Basán. 

A primera vista, podría parecer que Moisés se equivocó, ya que el territorio asignado a Dan queda muy lejos del lugar que se menciona (Basán).  Durante la conquista, a la tribu de Dan se le asignó el territorio de los filisteos, en la costa del Mediterráneo, lo que hoy se conoce como la Franja de Gaza.  Sin embargo, los danitas no conquistaron su territorio; más bien, muchos de ellos se trasladaron al norte, conquistando una ciudad llamada Lais (Jueces 18), que queda al norte de Basán.  Así se cumplieron las palabras proféticas que Moisés dio a la tribu de Dan.

i. NEFTALÍ
La bendición para Neftalí es muy positiva:
(Deu. 33:23)  A Neftalí dijo: Neftalí, saciado de favores, y lleno de la bendición de Jehová, posee el occidente y el sur. 

A la tribu de Neftalí le tocó un territorio privilegiado, a la par del lago de Galilea.  Además de ser un lugar bello con campos fértiles y la provisión de la pesca, la región también era un lugar estratégico ya que por allí pasaba la ruta comercial conocida como Via Maris, que conecta dos grandes civilizaciones: Babilonia y Egipto.  El comercio trajo mucha prosperidad a la región de Neftalí, y le abrió las puertas al mundo.

j. ASER
También la tribu de Aser recibió palabras de bendición…
(Deu. 33:24)  A Aser dijo: Bendito sobre los hijos sea Aser; sea el amado de sus hermanos, y moje en aceite su pie. 

El territorio asignado a la tribu de Aser estaba la par de Neftali, pero en la costa.  Le tocaron tierras fértiles.  De allí proviene la mayor parte de la producción de aceite de oliva de la nación. 


TRIBU FALTANTE
Hay una tribu que no recibió bendición de Moisés: Simeón.  En el texto no se explica la razón de la omisión, pero podría ser por lo sucedió después con el territorio de esta tribu.  Las bendiciones de Moisés tienen mucho que ver con el territorio de cada tribu, y la ausencia de Simeón refleja esto. 

A la tribu de Simeón le tocó su territorio al sur, en el desierto del Neguev.  No sólo les tocaron tierras áridas, sino que los simeonitas eran pocos.  Simeón fue una de las tribus que más disminuyeron en número, especialmente por el pecado con las madianitas; del primer censo con 59,300 (Num. 1:23) descendió su número 22,000 en el segundo censo (Num. 26:19). 

La tribu de Simeón logró conquistar sus tierras con la ayuda de Judá; pero al final ellos se asimilaron a la tribu vecina de Judá (2 Cro.1:9).  También otros simeonitas se mudaron al norte cuando el reino se dividió en dos (2 Cro. 15:9). 

Esta asimilación fue profetizada en la bendición que Jacob le dio a Simeón y Levi:
(Génesis 49:7)  …Los dividiré en Jacob, y los dispersaré en Israel.

[Para más información sobre la bendición a Simeón y Levi, lean el estudio de Génesis 49:5-7. Bendición a Simeón y Levi]



EL PROTECTOR DE ISRAEL
Las últimas palabras de la bendición de Moisés estaban dirigidas de nuevo a todas las tribus de Israel.  El mensaje global gira en torno a la seguridad, para que los israelitas sepan que Dios les ayudará a vencer a los enemigos que van a enfrentar, y en todo momento los cuidará.
(Deu. 33:26-29)  Hierro y bronce serán tus cerrojos, y como tus días serán tus fuerzas.  No hay como el Dios de Jesurún, quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda, y sobre las nubes con su grandeza.  El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo, y dijo: Destruye.  E Israel habitará confiado, la fuente de Jacob habitará sola en tierra de grano y de vino; también sus cielos destilarán rocío.  Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, pueblo salvo por Jehová, escudo de tu socorro, y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, y tú hollarás sobre sus alturas.

Moisés se despide del pueblo, haciéndoles saber que no los deja solos, ya que Jehová está con ellos, en ese momento y para siempre.


*  Más lecciones de Deuteronomio: DEVARIM (Deut.)
*  Clase de Biblia en audio: DEVARIM AUDIO


4 comentarios:

  1. Este comentario fue de mucha bendición y comprensión ..Dios los bendiga🙏

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  2. Gracias, excelente estudio, ya que esta más completo y explicado

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  3. Exelente informacion y de bendición shalom

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  4. Muy buen estudio lo que falta es que el pueblo de Israel antiguo era el prototipo de la nueva Israel Espiritual la Iglesia de Dios, el pueblo de Israel perdió las bendiciones por ser duro de cerviz e irse tras la idolatría de las naciones vecinas y así como en esa profecía de Moisés Jehová estaría con ellos para siempre ahora nuestro Señor Jesucristo como mediador del nuevo pacto nos dejo el Consolador para siempre su Santo Espíritu porque los tres son un solo DIOS y como DIOS es el mismo ayer, hoy y por siempre así como le hablaba a los profetas por sueños, visiones y profecía hoy también nos habla de la misma manera en la Iglesia que el mismo gobierna con su Santo Espíritu la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional donde se manifiesta con todo su poder y gloria por medio de los dones espirituales - www.idmji.org

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