viernes, 25 de julio de 2025

NUMEROS 5:1-10. Leyes de convivencia social


El capítulo cinco de Números toca varios temas de orden social: 


  1. Causas para la expulsión del campamento
  2. Restitución por daño incurrido
  3. Sospecha de adulterio o celos infundados


Podría parecer que se aleja del tema de la organización del campamento, pero en el realidad todavía está conectado, ya que habla de ciertos temas relacionados al orden de la comunidad.


En este capítulo, Dios instruye al pueblo cómo tratar ciertos problemas que pueden afectar a la comunidad:


1. CAUSAS PARA LA EXPULSIÓN DEL CAMPAMENTO

En el primer tema, Dios advierte sobre ciertas condiciones personales que se consideran impuras, y no pueden existir en el campamento. Toda persona que tenga estas condiciones (diagnosticadas por un sacerdote), debe ser expulsado del campamento: 

(Números 5:1-2) Jehová habló a Moisés, diciendo: Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, y a todos los que padecen flujo de semen, y a todo contaminado con muerto.


La Biblia explica que la razón detrás de la expulsión es porque los que lo padecen podrían contaminar a los demás (no sólo de una manera física, sino también espiritual). 

(Números 5:3-4) Así a hombres como a mujeres echaréis; fuera del campamento los echaréis, para que no contaminen el campamento de aquellos entre los cuales yo habito. Y lo hicieron así los hijos de Israel, y los echaron fuera del campamento; como Jehová dijo a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel.


Aquí debemos aclarar algo: esta expulsión no era “permanente”, sino temporal. Aplicaba mientras las condiciones continuaran, pero cuando se daba la sanidad o pasaba el tiempo de impureza, podían regresar. 


Veamos ahora cuales son estas tres condiciones, y las posibles razones por las que Dios determinó que no debían permitirse dentro del campamento. Estos son temas del libro de Levítico (caps. 13 al 15), y profundizaremos más cuando hagamos ese estudio, pero por ahora baste mencionar las razones generales: 


a. LEPRA BIBLICA. Esta lepra debe diferenciarse de la lepra común, que es causada por bacterias. La lepra bíblica es una manifestación en la piel por pecados sociales (tales como: habladurías, chismes, crítica destructiva, maledicencia, etc.).


Si a una persona le aparecía una mancha en la piel, debía ir a un sacerdote para que identificara si era lepra o alguna otra reacción de la piel. Si se diagnosticaba como lepra bíblica, debía salir del campamento, hasta que la macha desapareciera. En el tiempo en que el leproso pasaba fuera de la congregación, tendría la oportunidad de meditar y arrepentirse. (Referencia: Levítico 13 & 14)


b. FLUJO DE SEMEN. Hay discrepancia sobre lo que pueda referirse este flujo. Algunos creen que podría tratarse de una enfermedad de transmisión sexual causada por relaciones ilícitas. Otros consideran que se trata de emisiones que no vienen por una relación con la pareja, sino a solas, lo cual era equivalente a “derramar la simiente en tierra”, que es algo condenado en la Biblia (Génesis 38:8-9). 


c. CONTAMINADOS CON MUERTO. Este mandamiento puede explicarse en un sentido natural, por el riesgo de enfermedades que puede surgir por el contacto con cadáveres. Pero también hay una explicación espiritual, porque en Dios sólo hay vida, y todo lo relacionado a la muerte debe estar lejos de Él. Por lo tanto, Dios espera que su pueblo se mantenga apartado de la muerte. 


Esto suena difícil, porque todos enfrentamos la muerte de alguien cercano, o por accidentes. No se puede evitar un eventual contacto con muertos. Dios lo sabe, pero Él instruye a su pueblo que en esos momentos, la persona se aparte de la comunidad por siete días (Num. 19:11-16). Curiosamente, ese es el tiempo equivalente al período de luto.


EXPULSION TEMPORAL

La expulsión de la comunidad no era para siempre, sino temporal, mientras que el mal persistiera. Si la causa era por pecado, la persona tendría la oportunidad de meditar y rectificar. 


Cuando se quitaba la causa de la expulsión, los apartados podrían regresar a la congregación, luego de que los sacerdotes dieran su aprobación. 


SACAD LA LEVADURA

Este principio va en línea con lo que Pablo habla sobre sacar de la congregación a aquel que está cometiendo pecado—y no quiere arrepentirsec. 

(1 Corintios 5:13) Expulsad de entre vosotros al malvado.


La realidad es que todos pecamos, pero lo que Dios espera es que tengamos conciencia y nos arrepintamos lo más pronto posible. Pero si el creyente no se arrepiente, puede convertirse en mala influencia para la congregación, y por ello debe ser expulsado. Es como el cáncer, que debe ser extirpado para evitar que contamine a todo el cuerpo. 


La idea de esto no sólo es proteger a la congregación, sino también dar al pecador la oportunidad de reconocer su pecado y arrepentirse (1 Cor. 5:5). 


2. LEY DE RESTITUCIÓN

Otro principio para mantener orden social y convivencia pacífica es la conciencia de RESTITUIR cualquier daño hecho al prójimo. No importa si se hizo a propósito o por accidente, Dios instruye que si dañamos algo del prójimo, debemos reponerlo, restituirlo o compensarlo.  

(Números 5:5-7) Además habló Jehová a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometiere alguno de todos los pecados con que los hombres prevarican contra Jehová y delinquen, aquella persona confesará el pecado que cometió, y compensará enteramente el daño, y añadirá sobre ello la quinta parte, y lo dará a aquel contra quien pecó.


La Biblia instruye que no sólo debemos restituir el daño provocado, sino que además se debe pagar 1/5 parte extra como “pago por la inconveniencia”.


El efecto de esta responsabilidad personal en una comunidad lleva a que las personas sean más cuidadosas con todo lo que hacen…porque si rompen un plato, lo tendrán que pagar. 


Las leyes de restitución también se mencionan en Levítico (Lev. 6:1-6), pero lo que se añade en Números es el caso en que no haya a quien darle la restitución. En tal caso, el pago debe entregarse al sacerdote “como para el Señor”, además de hacerse un sacrificio de expiación por el pecado. 

(Números 5:8-10) Y si aquel hombre no tuviere pariente al cual sea resarcido el daño, se dará la indemnización del agravio a Jehová entregándola al sacerdote, además del carnero de las expiaciones, con el cual hará expiación por él. Toda ofrenda de todas las cosas santas que los hijos de Israel presentaren al sacerdote, suya será. Y lo santificado de cualquiera será suyo; asimismo lo que cualquiera diere al sacerdote, suyo será.


¿Podemos imaginar como sería vivir en una comunidad donde todas las personas se hacen responsables por sus acciones? Ése es el orden que Dios desea para su Pueblo, para que les vaya bien y tengan una mejor convivencia entre ellos. 


En el próximo episodio terminaremos de estudiar el capítulo 5, cubriendo el tema de la sospecha de adulterio…


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Más estudios de este libro: NUMEROS




viernes, 18 de julio de 2025

NUMEROS 4. Otro censo de los levitas


En el capítulo 4, sorpresivamente encontramos otro censo de la tribu de Levi. ¿Por qué era necesario otro censo? A continuación veremos que los dos censos tenían un propósito diferente: 

  1. CENSO PARA LOS PRIMOGÉNITOS (Números cap. 3). En este censo se contó a todos los levitas que tenían un mes para arriba. El propósito era: sustituir a los primogénitos de Israel con los levitas. 
  2. CENSO PARA EL TABERNÁCULO (Números cap. 4). Se contó a los hombres de cada familia levita (Coat, Merari, Gerson), de los 30 a los 50 años de edad. El propósito era: saber con cuántos hombres contaba cada división de levitas para el servicio que debían hacer en el Tabernáculo. 

EDAD DEL SERVICIO DE LOS LEVITAS

Es importante notar que los levitas autorizados para servir en el Tabernáculo (y Templo) debían tener entre 30 a 50 años de edad.

(Números 4:3) de edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.


Antes de los treinta años, los varones levitas eran enseñados en la Torá (la Ley de Dios), y entrenados en sus responsabilidades. Cuando cumplían los 30 años, eran ungidos para su ministerio y comenzaban su servicio. A los 50 años, se jubilaban del servicio en el Templo, pero podían seguir prestando los otros servicios asignados a los levitas en las comunidades, tales como: maestros, escribas, jueces, consejeros, líderes espirituales. 


ORGANIZACIÓN PARA EL TRASLADO

La importancia de hacer este censo en ese momento histórico era porque Dios ya estaba llamando a los israelitas a seguir su camino hacia la Tierra Prometida. Ellos habían permanecido acampados por más de un año al pie del Monte Sinaí, y en ese tiempo se había construido el Tabernáculo; pero ahora debían empacar y moverse, pero aún no sabían cómo hacerlo. 


Para ello, Dios les dio las instrucciones a través de Moisés y Aarón. Esto requería de toda una organización de los levitas, para poder cuidar y transportar las cosas santas del Tabernáculo.


ORGANIZACIÓN POR DIVISIONES

En el capítulo 3, ya habíamos estudiado sobre la división general de los levitas, pero en este capítulo se detallan cuales serán las responsabilidades precisas de cada división, especialmente en el tema del traslado de todas las piezas del Tabernáculo. 


Recordemos que la tribu de Levi se organizó en 4 DIVISIONES: 

  1. AARON y sus descendientes (sacerdotes)
  2. Linaje de COAT
  3. Linaje de GERSON
  4. Linaje de MERARI

Ahora veamos qué responsabilidades les tocó a cada división…


1. SERVICIO DE AARÓN Y SUS DESCENDIENTES

La responsabilidad más delicada le tocó a Aarón y sus hijos, quienes eran los sacerdotes. Ellos eran los únicos que podían entrar en el Lugar Santo; por lo tanto, sólo ellos estaban autorizados para tocar las cosas santas. 


a. Area del Pacto

La pieza más delicada era el Arca del Pacto, que estaba en el Lugar Santísimo. Quien lo tocara, podría morir. Pero Dios dio las instrucciones de tal manera, que no tenían que tocarlo, sino cubrirlo, y luego ponerle las varas para cargarlo. 

(Números 4:5-6) Cuando haya de mudarse el campamento, vendrán Aarón y sus hijos y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio; y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y extenderán encima un paño todo de azul, y le pondrán sus varas.


Cada pieza del Santuario debía ser cubierta por cortinas y paños. Ya vimos que el Arca del Pacto debía ser cubierta con el velo de separación, la piel de tejón del techo, y un paño azul. Ahora vemos cómo se cubrían las otras piezas del Santuario:

(NOTA: Lo resumiré para no alargar mucho el comentario, pero dejaré las referencias para que lo consulten en la Biblia)


b. Mesa de la Proposición (Números 4:7-8)

La Mesa de los Panes debía ser cubierta con un PAÑO AZUL. Sobre ello pondrán los utensilios que lo complementan. Luego todo debía ser cubierto con un PAÑO ROJO, y por último una cubierta de piel de tejón (que era impermeable). La mesa tenía unos aros a los costados, para que pudiera ser cargada con unas varas, similar al Arca.


c. Candelabro (heb. Menorá) (Números 4:9-10) 

El Candelabro y sus piezas eran todas cubiertas con un PAÑO AZUL, y luego protegida con piel de tejón. Para trasladarla, se colocaba sobre unas planchas de madera. 


d. Altar de Incienso (Números 4:11-14)

El Altar del Incienso se cubría también con un PAÑO AZUL, y por último con una cubierta de piel de tejón. Debía ser trasladado con varas en sus aros. Por otro lado, los utensilios del Altar se cubrirán de igual manera, pero se colocaban y se cargaban sobre una plataforma de madera. 


Pero antes de todo eso, deben quitar la ceniza del altar, y colocarle encima un PAÑO PURPURA. Sobre eso, se colocan los instrumentos que se usan para las cenizas. Todo eso será cubierto con piel de tejón.


2. DIVISIÓN DE COAT

La División de COAT estaba encargada de trasladar los artículos del Lugar Santo y Santísimo, pero ellos no debían tocarlos (Números 4:4). Sólo los sacerdotes, hijos de Aarón, estaban autorizados para tocarlos y empacarlos, y luego se lo entregaban a los de Coat para que ellos los transportaran. 

(Números 4:15) Y cuando acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los utensilios del santuario, cuando haya de mudarse el campamento, vendrán después de ello los hijos de Coat para llevarlos; pero no tocarán cosa santa, no sea que mueran. Estas serán las cargas de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión.


BAJO LA DIRECCIÓN DE ELEAZAR

Para coordinar el empaque y transporte de todas estas piezas santas, Dios nominó al sacerdote Eleazar, hijo de Aarón. También él se encargaría de cargar con varios elementos especiales: el aceite del candelabro, el aceite de la unción, el incienso especial, y la ofrenda continua de cereal (heb. Minjat HaTamid).

(Números 4:16) Pero a cargo de Eleazar hijo del sacerdote Aarón estará el aceite del alumbrado, el incienso aromático, la ofrenda continua y el aceite de la unción; el cargo de todo el tabernáculo y de todo lo que está en él, del santuario y de sus utensilios.


CUIDADO CON LO SANTO

¿Por qué sólo los sacerdotes podían ver y tocar las piezas santas del santuario? Dios mismo lo explicó: 

(Números 4:17-20) Habló también Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: No haréis que perezca la tribu de las familias de Coat de entre los levitas. Para que cuando se acerquen al lugar santísimo vivan, y no mueran, haréis con ellos esto: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán a cada uno en su oficio y en su cargo. No entrarán para ver cuando cubran las cosas santas, porque morirán.


Las cosas santas deben tratarse con mucha seriedad, y sólo deben hacerlo quienes estén autorizados y de la manera que Dios manda. Esto es importantísimo para evitar la muerte, tal como les pasó a los hijos de Aarón (Nadab y Abihu), quienes  murieron por llevar fuego extraño al Altar del Incienso (Levítico 10:1-3). Esto fue lo que dijo Dios sobre este incidente:

(Lev. 10:3-LBLA) “Como santo seré tratado por los que se acercan a mí, y en presencia de todo el pueblo seré honrado.”


Algo similar sucedió en tiempos de David, cuando el sacerdote Uzza murió porque tocó el Arca del Pacto cuando se estaba cayendo en el camino (2 Samuel 7). La causa de esta tragedia se debe a que ellos no siguieron las instrucciones de cómo trasladar el Arca del Pacto. En lugar de que los sacerdotes cargaran el Arca sobre sus hombros, lo colocaron en una carreta halada por bueyes, y esto abrió paso al accidente y a la tragedia. El rey David lo entendió bien, aprendió la lección, y en el segundo intento hizo todo cómo Dios lo había estipulado. 


Vayamos ahora a ver lo que les fue encargado a las otras dos divisiones: Gerson y Merari…


3. DIVISIÓN DE GERSON (Números 4:21-27)

La división de GERSON tendría la responsabilidad de cuidar y de transportar las siguientes piezas del Tabernáculo: Todas las cortinas, tanto del santuario como de las puertas, además de las cubiertas y todas las cuerdas e instrumentos necesarios para su uso.


4. DIVISIÓN DE MERARI (Números 4:29-32)

La división de MERARI eran responsables de cuidar y transportar las piezas de madera o metal que servían para armar el Tabernáculo; es decir: tablas, barras, columnas, basas, estacas, cuerdas y todos los instrumentos dedicados para su uso.


BAJO LA DIRECCION DE ITAMAR 

Como líder para dirigir a estos dos últimos grupos (Gerson y Merari), Dios designó al sacerdote ITAMAR, otro hijo de Aarón (Números 4:28,33). 


RESULTADOS DE ESTE CENSO

Al finalizar el conteo de los levitas que iban a servir en el Tabernáculo (varones de 30-50 años), según sus divisiones, éstos fueron los resultados: 


1. División de COAT = 2,750 (Num. 4:34-37)

2. División de GERSON = 2,630 (Num. 4:38-41)

3. División de MERARI = 3,200 (Num. 4:42-45)


El TOTAL de los levitas que estaban disponibles en ese momento para servir en el Tabernáculo era el siguiente = 8,580


(Números 4:46-49) Todos los contados de los levitas que Moisés y Aarón y los jefes de Israel contaron por sus familias, y según las casas de sus padres, desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entraban para ministrar en el servicio y tener cargo de obra en el tabernáculo de reunión, los contados de ellos fueron ocho mil quinientos ochenta. Como lo mandó Jehová por medio de Moisés fueron contados, cada uno según su oficio y según su cargo; los cuales contó él, como le fue mandado.


Aquí concluye la organización del campamento de Israel en el desierto. En el próximo episodio estudiaremos el capítulo 5…


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viernes, 11 de julio de 2025

NUMEROS 3c (3:11-16;39-51) Los Levitas y la Redención de los Primogénitos

 


En este episodio concluiremos el capítulo tres con dos temas conectados: 
1. Conteo de los levitas a partir de un mes de edad;
2. Sustitución de los primogénitos por los levitas. 

DIFERENCIA DE EDAD EN LOS CENSOS
A diferencia de censo general de las otras tribus, que contaban a los varones a partir de los 20 años, la variación con la tribu de Levi fue que se contaron a los varones a partir de un mes
(Números 3:14-16) Y Jehová habló a Moisés en el desierto de Sinaí, diciendo: Cuenta los hijos de Leví según las casas de sus padres, por sus familias; contarás todos los varones de un mes arriba. Y Moisés los contó conforme a la palabra de Jehová, como le fue mandado.
 
La diferencia se debe al propósito de cada censo: 
* El censo general era para los hombres que iban a participar en la guerra
* El censo de los levitas era para aquellos que iban a ser dedicados al Señor.

La pregunta ahora es: ¿qué tiene que ver la dedicación de los levitas con el conteo a partir de un mes? 

En resumen: La razón es porque Dios determinó que los levitas tomarán el lugar de los primogénitos de Israel, y los primogénitos eran redimidos a la edad de un mes. Sabiendo esto, veamos ahora los detalles que explican esto: 

DEDICACIÓN A LA EDAD DE UN MES
La tradición de dedicar a los hijos primogénitos al cumplir el mes de edad se remonta al tiempo en que los israelitas salieron de Egipto. No es una tradición humana, sino que es una instrucción dada por Dios: 
(Éxodo13:1-2) Jehová habló a Moisés, diciendo: Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es.

¿Por qué pidió Dios a todo primogénito? La Biblia dice que es para que los israelitas recuerden que Dios los salvó de morir.

En la noche del 14 Nisán, en esa primera Pascua, todo primogénito en Egipto murió. Sólo los primogénitos de los israelitas se salvaron, gracias a la sangre derramada del Cordero de la Pascua. Cuando el ángel veía la sangre en la puerta, se saltaba esa casa, y los primeros nacidos en ese hogar eran salvados de la muerte. Esta es una imagen profética de la obra salvadora de Jesús, el Cordero de Dios, para todo aquel que crea en Él (Juan 3:16). 

Dios salvó a todos los primogénitos de Israel, y a partir de ese momento, Dios pidió que todo primogénito fuera consagrado para Él (Éxodo 13:11-12). 

“Consagrar” en hebreo es: Kadash, que también significa: santificar, dedicar, separar. Consagrar es apartar algo o alguien para ser dedicado a un propósito especial. 

El primogénito es el que abre una nueva generación, y representa el futuro de una familia. Si el primogénito es dedicado a Dios, esto influirá positivamente en el resto de los hijos. Esto es un principio espiritual, que dice que si lo primero es dedicado a Dios, también influirá en el resto, tal como dice Pablo:
(Romanos 11:16) Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.

A lo largo de la Biblia encontramos el principio de la PRIMICIA, es decir, que todo lo primero es para Dios. Es un ejercicio de la voluntad para poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas.

OPCIÓN DE REDENCIÓN
La consagración del primogénito no implicaba que “debía morir”, sino que él debía vivir dedicado al servicio de Dios. Todo padre debía tener la conciencia de que su hijo primogénito no le pertenecía, sino que era de Dios. 

Las instrucciones de Dios dicen que las primicias de los animales debían ser sacrificadas, pero los primogénitos de los hombres debían ser redimidos. 
(Éxodo 13:15) y endureciéndose Faraón para no dejarnos ir, Jehová hizo morir en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia; y por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito macho, y redimo al primogénito de mis hijos.

Dios dio a los padres israelitas la oportunidad de REDIMIR AL PRIMOGÉNITO. En otras palabras, los padres podían pagar un precio simbólico para que el hijo pudiera seguir viviendo con la familia en lugar de dedicarse exclusivamente al servicio de Dios. El precio de la redención era el siguiente:
(Números 18:16) En cuanto a su redención, de un mes los redimirás, según tu valuación, por cinco siclos en plata, según el siclo del santuario que es de veinte geras. 

Esto es lo que se conoce como “la Redención del Primogénito” (heb. Pidyon Haben). Cuando el hijo primogénito cumple un mes de nacido, éste es llevado ante un sacerdote levita a quien se le entrega el precio de redención del primogénito. El precio del rescate son cinco monedas de plata (o el equivalente según el precio de mercado de la plata, calculando que cada moneda de plata pesaba cerca de 100 gramos).

Basado en esto, ahora podemos entender el censo que Dios pidió en relación a la tribu de Levi…

LEVITAS SUSTITUYEN A LOS PRIMOGÉNITOS
La razón por la que el censo de los Levitas se hizo contándolos a partir de un mes de edad, es porque los levitas van a tomar el lugar de los primogénitos. 
(Números 3:11-13) Habló además Jehová a Moisés, diciendo: He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas. Porque mío es todo primogénito; desde el día en que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales; míos serán. Yo Jehová.

A partir de este momento histórico, Dios determinó que toda la tribu de Levi sería apartada para dedicarse a servirlo, tomando el lugar de los primogénitos.
En ese día contaron a los levitas, y éste fue el resultado del censo: 22,000 levitas.
(Números 3:39) Todos los contados de los levitas, que Moisés y Aarón conforme a la palabra de Jehová contaron por sus familias, todos los varones de un mes arriba, fueron veintidós mil.

Luego de contar a los levitas, también se contaron a los primogénitos, para sustituirlos: 
(Números 3:40-41) Y Jehová dijo a Moisés: Cuenta todos los primogénitos varones de los hijos de Israel de un mes arriba, y cuéntalos por sus nombres. Y tomarás a los levitas para mí en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar de todos los primogénitos de los animales de los hijos de Israel. Yo Jehová.

El resultado del conteo fue el siguiente: 
(Números 3:42-43) Contó Moisés, como Jehová le mandó, todos los primogénitos de los hijos de Israel. Y todos los primogénitos varones, conforme al número de sus nombres, de un mes arriba, fueron veintidós mil doscientos setenta y tres.

En resumen:
LEVITAS: 22,000
PRIMOGÉNITOS: 22,273
Diferencial = 273

RESCATE DEL DIFERENCIAL
Para que las cuentas estuvieran cabales, Dios pidió que se pagara un rescate (tal como se hace en la Redención de los Primogénitos), para cubrir el diferencial entre el número de primogénitos y el número de levitas (Números 3:44-51). 
(Números 3:46-47) Y para el rescate de los doscientos setenta y tres de los primogénitos de los hijos de Israel, que exceden a los levitas, tomarás cinco siclos por cabeza; conforme al siclo del santuario los tomarás. El siclo tiene veinte geras.

El pago del rescate debía darse a los sacerdotes (Aarón y sus hijos).
(Números 3:48-50) Y darás a Aarón y a sus hijos el dinero del rescate de los que exceden. Tomó, pues, Moisés el dinero del rescate de los que excedían el número de los redimidos por los levitas, y recibió de los primogénitos de los hijos de Israel, en dinero, mil trescientos sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del santuario.


El pago final del rescate, para cubrir el diferencial, fue de: 1365 shekels (273 primogénitos extra x 5 shekels por primogénito).


En el próximo capítulo (Números 4) estudiaremos los últimos detalles de la organización de la Tribu de Levi…


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